Sábado. Es uno de los días que más me gusta. Tengo todo el tiempo del mundo para hacer de todo o quedarme en casa y no hacer nada. Es verdad que cuando hago de todo después hubiera querido no hacer nada y viceversa pero también me recuerdo que la que eligió que fuera así fui yo. Ajo y Agua!
Hoy tengo muchas cosas, pero en particular este finde, la idea me atrae, estoy enérgica y quiero aprovechar este viento fuerte.
Cuando uno toma la decisión y empieza a tomar conciencia de la forma en que se alimenta, está eligiendo y este elegir que se ve reflejado en “que cómo, cómo lo como, dónde lo como”, y es mucho más que la forma de alimentarnos.
La relación con la comida es simplemente una representación de la forma en la que nos relacionamos con todo en la vida. Alguna vez escuche la frase “uno vive como come” y es así.
Generalmente, así como no tomamos en serio la elección de los alimentos que ingerimos, tampoco lo hacemos con algunas de nuestras relaciones y de la misma manera en que se ve afectado nuestro cuerpo, se afecta nuestro entorno.
Elegir, suena tan simple y se torna tan complejo. Es un instante que modifica tanto. Este es el momento en que aseguro que las elecciones del pasado me llevan a estar en este camino, y haber llegado a donde llegue, en muchos aspectos, no el lugar que quiero pero en la lucha del que si.
No me castigo, analizo; no me reprocho, me rediseño.
Vamos de a poco, pero andando.
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