Hoy me levante entusiasmada. Tengo medico.
Vendría a ser el primer día del resto de mi vida. Las cosas pasan en su debido momento, no antes, ni después.
En otro momento esto hubiera sido casi un castigo, lo hubiera vivido casi tortuosamente, y sin embargo no lo siento así. Cuál es la diferencia entre las miles de dietas que hice? Que factor distinto hay hoy para sentirme así?
Asumirme
Uno se comporta con la misma coherencia en los distintos aspectos de su vida. El desorden, la exigencia, la intolerancia, la ansiedad se repiten en todas las relaciones y se potencian en la relación con uno mismo.
Yo asumí mi desorden, el de mi vida en general, en mi trabajo, mi escritorio, mi casa, mi cuarto, mis relaciones, mis proyectos y fundamentalmente, conmigo misma y mis sueños.
Agarrar el lápiz y plasmar lo que quiero ayuda a identificarlo y marcar un norte, así, cuándo me sienta perdida (que me voy a sentir) pueda volver a la hoja y recordarme a mi misma por qué lucho.
Hoy me cuesta un poco hacer este ejercicio, porque traigo el vicio de todos estos años de no reconocer el problema, esto de no asumir que nadie va a ordenar mis cosas más que yo, que se dónde debe ir cada una de ellas y cuál es su importancia.
Tomarme un tiempo para conectarme con mis emociones, con mis sueños y cómo quiero vivir esta vida, habla de estar encaminándome. Estamos en la lucha, es hora de no bajar los brazos, sino de dar batalla.
Llego la hora, tengo turno, el médico me llama y doy los segundos pasos a uno de mis sueños.
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