En la última reunión del grupo empecé hablando de “mi lucha” contra el sobrepeso, de cómo me cuesta, de los altos y bajos y como a veces me siento no avanzar. Mi presentación termino hablando de mi responsabilidad y el hacerme cargo de las cosas como son.
Todo se veía distinto después de haber compartido, me sentía con otra emocionalidad.
El comienzo fue con cara triste, algunas lagrimas y mi postura arrinconada terminando erguida, entusiasmada y con el rostro iluminado.
“Te das cuenta de la diferencia?” me pregunto la coordinadora. “La lucha habla de enfrentamientos, de perder y ganar y no se trata de eso, sino de aprender”
Que distinto se ve todo desde ese lugar.
Luchar= pelea, combate… si no tengo que enfrentarme a nadie, por qué pelear?
Es distinto encarar este proceso como una aventura del tipo 4x4 o deporte extremo o como una lucha y sé que es difícil de comprenderlo así cuando no se llego al punto de hacerse responsable de la situación.
Tomar esto como un camino es la idea.
Dejo las armas a un lado y emprendo otra vez la marcha con la mochila un poco más liviana.
Se siente distinto…
me alegra mucho leerte asi. vas a tener que dar catedras a muchas personas con este aprendizaje. ojala que si.
ResponderEliminarvamos que seguimos!
Vamos!!!!!!!!!! Esa es la actitud. Nada contra qué luchar, y sin embargo mucho por perder (peso) y todo por ganar (vida, ganas, autoestima)!
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